martes, 25 de septiembre de 2007


EE. UU. – Cuba: las marcas búmerang
Por: Contra-Marcas

El injusto bloqueo por parte de los Estados Unidos a bienes comercializados por la República de Cuba han sido una preocupación permanente del Estado cubano, quien se ve despojado de bienes intangibles que representan divisas indispensables para la economía de este país caribeño.
La Sección 211 de la Ley Ómnibus de Asignaciones Consolidadas Suplementarias y de Emergencia, impide a los titulares de marcas o a sus sucesores, el reconocimiento de sus derechos marcarios en territorio norteamericano, puesto que son vinculados a antiguas propiedades nacionalizadas por la Revolución.
Estas marcas registradas en la Oficina Cubana de Propiedad Industrial y protegidas por la ley de marcas cubana no son reconocidas por las leyes americanas, violando las obligaciones que impone el Trato Nacional y el Trato de Nación Más Favorecida del Acuerdo sobre los Aspectos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC).La aplicación de esa Sección por un tribunal de Nueva York impidió un fallo favorable a la compañía Havana Club Holding, con intereses cubanos y franceses, en un litigio iniciado desde 1996.
El 28 de julio del pasado año, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) negó la concesión de una licencia a la empresa cubana Cubaexport, que le hubiese permitido a esta empresa la renovación del registro de la marca Havana Club ante la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos (USPTO). Al no poder pagar la tasa de renovación del registro, el 3 de agosto del 2006 la Oficina de Marcas y Patentes informó que el registro de la marca Havana Club a favor de la empresa Cubaexport sería cancelado.
La empresa Bacardí comenzó entonces a comercializar un ron con la marca Havana Club, violándose así la propia legislación estadounidense. En vocabulario del las transnacionales americanas: la USPTO fue partícipe necesaria del “pirateo” de una marca perteneciente al Estado y pueblo cubanos.
Un caso similar aconteció el 19 de junio del 2006 cuando la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a revisar la decisión de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, en relación con la marca de puros Cohíba.
El riesgo de jugar el mismo juego de las grandes empresas internacionalizadas se torna cada día más peligroso: las marcas son para el capitalismo un mecanismo de formación de monopolios y precios ficticios por medio de los cuales crean ganancias más allá del valor justo que un producto debiera poseer. La utilización del mismo mecanismo como estratégia de obtención de divisas, ha comenzado a plantearse en el mundo de las marcas como un riesgo para las economías de países en desarrollo; riesgo fundamentado en la inseguridad jurídica que presenta el actual sistema mundial de propiedad intelectual controlado por los intereses norteamericanos en la OMC.
Los organismos internacionales de comercio y de propiedad intelectual no se presentan hoy como una garantía de reglas claras, y las contradicciones de quienes pretenden utilizar este sistema en beneficio propio sin evaluar las consecuencias que genera al resto de las economías, comienzan a profundizarse.
Respetar una normativa internacional hacia quien tampoco la cumple, puede convertirse en búmerang. ¿Cuantos productos más serán robados por los Estados Unidos sin tomarse medidas en respuesta a este bloqueo de tan importantes marcas? Hasta donde debe adherirse a tratados internacionales que nada influyen en el bloqueo de la economía de un país exportador de productos líderes de ron y tabaco?

jueves, 20 de septiembre de 2007

Joseph Stiglitz
Nuevas alertas sobre los TLC


Martin Khor
Red del Tercer Mundo


Un Premio Nóbel de Economía y el principal “laboratorio de ideas” de las Naciones Unidas sobre desarrollo dieron la alarma acerca de cómo los países del Sur podrían verse perjudicados por la firma de tratados de libre comercio (TLC) con países industrializados.
En su reciente visita a Kuala Lumpur, el Premio Nóbel y ex economista principal del Banco Mundial Joseph Stiglitz criticó fuertemente a los TLC en los que participa Estados Unidos asegurando que no han beneficiado a los países en desarrollo que los firmaron. “De hecho, esos países perdieron mucho, en especial en materia de acceso a la propiedad intelectual”, declaró en una entrevista. “Les resulta más difícil acceder al conocimiento y en especial a los medicamentos genéricos. De ahí que haya miles de personas que están muriendo en los países en desarrollo como consecuencia de los acuerdos comerciales con Estados Unidos”.
Según Stiglitz, quien también fue el principal asesor económico del ex presidente Bill Clinton, los aranceles de Estados Unidos son tan bajos (de tres a cinco por ciento) que los países en desarrollo no necesitan un TLC para exportar a ese mercado. “No se trata de la venta de mercancías, se trata de la pérdida de soberanía. Se trata de que Estados Unidos está imponiendo su agenda particular. (Los TLC) no han beneficiado a ningún país y obtiene ventajas a expensas de los países en desarrollo”.
El comentario franco de Stiglitz de que “en general, los tratados bilaterales han sido un desastre para los países en desarrollo y para el sistema mundial de comercio”, fue reforzado la semana pasada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que les advirtió que pensaran con mucho cuidado antes de negociar tratados bilaterales de comercio. En su Informe sobre el Comercio y el Desarrollo de 2007, la UNCTAD dice que un país en desarrollo puede verse tentado a firmar un TLC con un país desarrollado porque tiene la expectativa de mejorar el acceso a los mercados para sus productos. Pero a menudo se ve defraudado en sus expectativas debido a impedimentos sistémicos (por ejemplo, la reducción de las subvenciones agrícolas no forma parte de los TLC), normas restrictivas de origen y obstáculos no comerciales. Por otro lado, el país en desarrollo tiene que suprimir sus obstáculos al comercio, lo que a menudo provoca un aumento de las importaciones y empeora el equilibrio comercial con el socio del TLC, a la vez que elimina los instrumentos de política necesarios para el desarrollo, dice el informe de la UNCTAD. Y añade: “Así pues, para los países en desarrollo las ventajas de un mayor acceso a los mercados no están ni mucho menos garantizadas mientras que es segura la pérdida de espacio de políticas. Ese espacio les hubiera servido para promover la creación de nuevas capacidades productivas, el mejoramiento industrial y el cambio estructural de sus economías”.
En el informe se detallan cinco sectores no comerciales en los cuales los TLC con países desarrollados perjudicarán especialmente a los países en desarrollo. En primer lugar, en las compras del sector público, los países en desarrollo utilizan políticas que favorecen a empresas y ciudadanos locales e impulsan la economía nacional. Sin embargo, el TLC elimina esa herramienta al abrir el sector a los extranjeros, lo que provoca pérdida de divisas y de las cuotas de mercado de las empresas nacionales.
En segundo lugar, la liberalización de los servicios en el marco de un TLC puede alterar los planes nacionales de fortalecer los sectores nacionales de servicios tales como la banca, las finanzas, las telecomunicaciones y los servicios profesionales.
En tercer lugar, las normas de protección de inversiones de un TLC otorgan nuevos derechos a los potenciales inversionistas extranjeros, reduciendo así, de manera drástica, el margen que tiene el país receptor para decidir si aprueba o no una inversión extranjera o para imponer condiciones a dicha aprobación. Además, deben limitarse las medidas que favorecen a los inversionistas nacionales ya que se considera que son discriminatorias para con los inversionistas extranjeros. En el informe se menciona que varias de las medidas adoptadas exitosamente por Malasia durante la crisis financiera de 1997-1999, como restricciones temporales a las salidas de capital por parte de extranjeros en el país, hubieran estado prohibidas.
En cuarto lugar, en materia de propiedad intelectual, en el informe se critica a los TLC por reducir la posibilidad de los países en desarrollo de fijar sus propias políticas en materia de concesión de patentes, el uso de licencias obligatorias y los derechos de autor y reproducción.
En quinto lugar, la parte de las políticas de competencia de un TLC puede impedir el crecimiento de las empresas nacionales y reducir su capacidad de competir o sobrevivir frente a grandes empresas extranjeras, y esto puede provocar finalmente una disminución de la competencia.
La UNCTAD concluye en su informe que sería prudente que los países en desarrollo fueran cautelosos y no se precipitaran en la firma de TLC Norte-Sur bilaterales o regionales.
A la hora de evaluar los costos y beneficios, un país debería tener en cuenta no solo el impacto de las exportaciones, importaciones e inversión extranjera sino también su capacidad de utilizar opciones de políticas e instrumentos alternativos para una estrategia de desarrollo a más largo plazo.
En contraposición con los TLC Norte-Sur, la UNCTAD promueve el comercio y la cooperación regionales entre los países en desarrollo, que presentan mayores posibilidades de beneficiarlos en la medida que se encuentran en un grado de desarrollo similar y los ayudan en su proceso comercial y de industrialización.
Martin Khor es director de Third World Network

Fuente: Rebelión


De cómo los organismos internacionales diseñan las políticas para los Estados Latinoamericanos después del fracaso del ALCA.

Por: Colectivo Brújula al ALBA
Sabido es que la Cumbre de Mar del Plata fue un duro golpe a los planes de anexión que los Estados Unidos de Norteamérica tenían previsto implementar a través de la denominada Área de Libre Comercio para las Américas. Sabido es también que los planes para avanzar con sus objetivos de dominación económica continúan, tanto por medio de la celebración de tratados de libre comercio bilaterales conocidos como TLCs, como de la implementación de planes, proyectos y programas de cooperación y asistencia económica y técnica, pretendiendo alcanzar de este modo, aquellos objetivos momentáneamente demorados por la acción de algunos pocos gobiernos en aquella ciudad del sur argentino.
Uno de los principales capítulos incluidos en el ALCA ha sido el de Propiedad Intelectual, tema abordado por varios y reconocidos autores, que han develado como en Latinoaméricana y Caribe, las corporaciones transnacionales acrecientan sus ganancias a través de este refinado instrumento de apropiación.
¿Pero qué sucede en los países de la región? Qué espacios esta intentando ocupar el capitalismo corporativo y que instituciones internacionales realizan la tarea de penetrar las barreras de los parlamentos, las cancillerías y los organismos públicos encargados de la aplicación de la normativa relativa a la propiedad intelectual?
La organización encargada de la “cooperación desinteresada” es la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual OMPI, organismo especializado de las Naciones Unidas, quien ha diseñado ya su programa de cooperación con los países de América Latina en el campo de la propiedad industrial y del derecho de autor y los derechos conexos
La difusión capilar de sus recomendaciones impregna todas las administraciones de los gobiernos que parecen acompañar estas políticas. De acuerdo a OMPI “Con el objeto de satisfacer las necesidades planteadas por esos países y de conformidad con las orientaciones generales de cooperación en el ámbito regional, formuladas por los representantes gubernamentales de América Latina en la Reunión Regional de directores de oficinas de propiedad industrial y de oficinas de derecho de autor de América Latina, celebrada en Guadalajara, en marzo de 2004” y luego en Buenos Aires en 2006.
El trabajo consiste en “asesorar, previa solicitud de los gobiernos, en la tarea de modernización ulterior del marco legal a nivel nacional y/o subregional en función de sus receptivas necesidades, a fin de disponer de instrumentos jurídicos eficaces y suficientemente flexibles para dar cabida a los objetivos de la política pública nacional en cada uno de los países”
Por otro lado esta organización pretende “continuar, previa solicitud de los gobiernos, a dar asistencia a los países de la región en la difusión y el asesoramiento sobre la incorporación de las disposiciones de los Tratados de Internet de la OMPI (WCT y WPPT) en la legislación interna de los países, o en relación con la administración de tratados como PCT y otros”
Para alcanzar un resultado exitoso es necesario abordar aquellas áreas de los gobiernos que de alguna manera tengan algún punto de contacto con la temática de propiedad intelectual. Esto debe llevarse a cabo mediante “la cooperación y la asistencia técnica para instrumentar mecanismos efectivos de observancia de los derechos de propiedad intelectual, principalmente mediante el fortalecimiento de las instituciones nacionales existentes (tribunales, fiscalías, policía, aduanas y otras) y la capacitación de sus funcionarios”
La asistencia destinada a las actividades de capacitación y entrenamiento será, “no sólo del personal de las oficinas de propiedad industrial y de derecho de autor sino también, y muy especialmente, a jueces, fiscales, policías y agentes de aduana, cuya participación es muy importante en la aplicación de las normas sobre observancia; asimismo, continuar el desarrollo de programas de formación de los funcionarios de oficinas nacionales, tanto a través de cursos de formación de la academia de la OMPI como de capacitación en línea”.
Los planes para la implementación del capítulo en Derechos de Propiedad Intelectual del ALCA parecen avanzar por fuera del control de los propios poderes ejecutivos, parlamentarios y judiciales.
Las principales metas estratégicas de la OMPI en su política de expansión global trazadas para el bienio 2006/07 serán:

- sentar los cimientos de una cultura más sólida y amplia de propiedad intelectual en los Estados miembros por conducto de la cooperación con los gobiernos, las organizaciones intergubernamentales, los interlocutores del sector privado y otros círculos interesados.
- "promover" las políticas de propiedad intelectual y su integración en las estrategias y los planes nacionales de desarrollo.
- "consolidar" la normativa internacional de propiedad intelectual.
- "ofrecer" un servicio de calidad en los sistemas mundiales de protección de la propiedad intelectual;
- "promover" actividades programáticas mediante una gestión responsable y una administración eficaz y con arreglo al programa y al marco presupuestario de la OMPI, orientado hacia la obtención de resultados; y
-"promover" la utilización de los activos intangibles y la producción con valor agregado sobre la base de la creación de capacidades nacionales.

El diseño de las políticas públicas por parte de OMPI como organismo tutor global espera consolidarse para los próximos dos años, siendo las principales actividades propuestas para su inclusión en el programa de cooperación en 2006 y 2007, las siguientes:

a) la formulación, el diseño y la implementación de estrategias y/o políticas nacionales en materia de propiedad intelectual. Se espera que mediante la cooperación técnica de la OMPI se apoyen las iniciativas nacionales existentes en los países de la región en relación con el desarrollo de actividades concretas dirigidas a apoyar el establecimiento de políticas nacionales y estrategias en materia de propiedad intelectual. La elaboración e implementación de estas políticas o planes estratégicos requieren de una amplia participación y el compromiso de los diferentes sectores nacionales competentes en asuntos de propiedad intelectual o en temas relacionados en el país, como pueden ser, relaciones exteriores y de comercio, innovación, cultura, ciencia y tecnología, agricultura, medio ambiente y educación, entre otros;
b) el apoyo en el desarrollo de actividades que contribuyan a promover y, en su caso, complementar los procesos nacionales de desarrollo de políticas, planes y/o estrategias de desarrollo, tales como: la elaboración de estudios nacionales y regionales sobre gestión tecnológica y propiedad intelectual; estudios sobre la importancia económica de las industrias y actividades protegidas por el derecho de autor y los derechos conexos; preparación de guías y/o manuales sobre patentes, sobre el uso de las indicaciones geográficas y otros signos distintivos; la realización de cursos y talleres para funcionarios de alto nivel sobre temas vinculados con desarrollo económico y la preservación de las flexibilidades y espacios de políticas de interés publico; el análisis y desarrollo de acciones que propicien la utilización de la propiedad intelectual en el mercado (prácticas óptimas).
c) el fomento de una cultura de propiedad intelectual para alentar los creadores e innovadores a obtener y utilizar los derechos y activos de propiedad intelectual, así como para obtener un mayor respeto del público de los derechos y activos de propiedad intelectual. Por ello, se desarrollarán diferentes actividades y proyectos destinados a promover la gestión, explotación, y uso de la propiedad intelectual por parte de pequeñas y medianas empresas, industrias culturales, centros de investigación y universidades;
d) la presentación de "asistencia jurídica concreta" y adaptada a los requerimientos particulares de cada país para apoyar el desarrollo de los sistemas nacionales y regionales de propiedad intelectual
e) el "apoyo en los procesos de fortalecimiento y modernización de las administraciones encargadas de propiedad industrial y/o derecho de autor" para mejorar sus capacidades en la gestión de derechos, mediante el mejoramiento de la organización y los métodos de trabajo, incluidos los aspectos relacionados con la formación de recursos humanos, la automatización de sus operaciones y la elaboración de guías o manuales relacionados principalmente con la organización y los procedimientos de trámite y examen de derechos
f) el desarrollo de actividades de "formación y asistencia técnica" en materia de promoción del respeto de los derechos de propiedad intelectual, a fin de lograr, de esta forma, favorecer los procesos de "internacionalización de la economía nacional", contribuir a la creación de un clima favorable para la inversión nacional y extranjera y promover la utilización eficaz del régimen de propiedad intelectual en el país. En este contexto, se pueden incluir programas de "capacitación para jueces y fiscales", y el fortalecimiento de la gestión colectiva del derecho de autor y los derechos conexos, entre otros;
g) el establecimiento de programas dirigidos a la comunidad universitaria para implantar mecanismos que faciliten la gestión de la propiedad intelectual dentro de las universidades, y propiciar el vínculo entre el sector académico y de investigación (universidades y centros de investigación) y el sector industrial (PYMES) mediante la creación de empresas especializadas, oficinas de licenciamiento o transferencia de tecnología, entre otros;
h) consolidar la "ejecución del Proyecto LATIPAT", en materia de intercambio de información de patentes, mediante formatos de publicación electrónica, entre las Oficinas de Propiedad Industrial de América Latina, y así disponer de un lugar común de publicación de la información tecnológica de patentes de todos los países latinoamericanos donde se facilite, tanto al colectivo nacional como internacional, el acceso en línea a la información de patentes existente en Iberoamérica a través de los mejores y modernos medios de consulta (por ejemplo: ESPACENET nivel II u otros motores de búsqueda), no sólo de la información bibliográfica de las patentes, sino también la información documental (documentos completos) existente en los países de América Latina;
i) la "ejecución de proyectos" en materia de desarrollo de sistemas y/o tecnologías de la información, principalmente a fin de actualizar la plataforma tecnológica de los sistemas desarrollados por la OMPI para apoyar la gestión de oficinas de propiedad industrial y de derecho de autor, mediante la utilización de tecnologías abiertas de última generación (Java); y
j) el "apoyo al desarrollo", constitución e implementación de mecanismos que faciliten el acceso a información de propiedad intelectual (patentes e información tecnológica, jurisprudencia, información cultural, estadísticas de propiedad intelectual, herramientas de clasificación, entre otras).

Tras la realización de una nueva reunión de Directores de Oficinas de Propiedad Industrial en la ciudad de Buenos Aires, en fechas cercanas a la Asamblea General de la ONU y dado el panorama que presenta la propiedad intelectual en la región, será necesario replantearse la convocatoria a nuevas cumbres para frenar los planes de estos pseudo organismos internacionales que encubren sus verdaderos objetivos tras un manto de perversa cooperación y asistencia a los países del Sur.

viernes, 14 de septiembre de 2007



Entrevista a Harmut Michel, Premio Nobel de Química
"Con los biocombustibles no se ahorran emisiones de CO2"

Por: Mónica Salomone
Aporrea

Hartmut Michel, alemán, 59 años, recibió el premio Nobel de Química en 1988 -conjuntamente con Johann Deisenhofer y Robert Huber- por determinar, por cristalografía de rayos X y en una bacteria, el funcionamiento en detalle de la fotosíntesis -la reacción más importante del mundo, según el jurado-. La fotosíntesis utiliza luz solar como fuente de energía para obtener sustancias orgánicas. Michel sigue en el Instituto Max Planck, estudiando la función de enzimas que tienen un papel en la respiración y el metabolismo. En la reunión de premios Nobel celebrada este verano en Lindau (Alemania), Michel no habló de su trabajo sino de una de sus aficiones: los biocombustibles. Según mostró en Lindau, los combustibles de origen vegetal no son una buena opción para combatir el cambio climático: no ahorran emisiones de CO2 y promueven la deforestación de la Amazonia. "No soy el único que dice esto, basta hacer los cálculos para verlo. Sólo que los políticos no quieren escuchar esta idea", dice Michel.
Pregunta. Según una directiva de la Unión Europea, el 5,75% de todo el transporte basado en energías fósiles deberá ser sustituido por biocombustibles antes del 2010. ¿Es una estrategia equivocada?
Respuesta. Recomendaría abolir esa directiva: con los biocombustibles no se ahorra emisiones de dióxido de carbono. Es evidente que tenemos que reducir las emisiones de dióxido de carbono si queremos frenar o reducir el calentamiento global, tenemos que cambiar de energías fósiles a energías renovables. Pero la producción y el uso del biogás o el biocombustible no son neutrales en cuanto a la producción de CO2, porque al menos el 50% de toda la energía contenida en el biogás o en el biocombustible procede de fuentes fósiles.
P. ¿Puede explicarlo un poco mejor?
R. Para producir algunos biocombustibles, como el etanol, hace falta invertir mucha energía en forma de fertilizante, de transporte... Y también en el destilado del alcohol. Lo que obtienes al fermentar el vegetal es algo como el vino, con un 10% de alcohol, y hay que convertirlo en alcohol 100%. Para eso hay que invertir casi tanta energía como la que hay en el etanol. Y si obtienes esa energía de combustibles fósiles, acabas emitiendo más CO2 de lo que emitirías simplemente usando gasolina en el coche.
P. ¿No es algo que se pueda mejorar con nuevas técnicas de cultivo, con más investigación en general?
R. El problema de partida es que la eficiencia global de la fotosíntesis es muy baja. Menos del uno por ciento de la energía solar se almacena en forma de biomasa, y no hay muchas posibilidades de mejorar eso. El biocombustible que se puede producir por unidad de superficie y año contiene menos del 0,4% de la energía solar que ha recibido esa superficie en el mismo tiempo.
P. O sea que habría que cultivar superficies enormes para obtener suficiente biocombustible...
R. Incluso si no contamos la energía que hay que invertir en producir los biocombustibles, hay que tener en cuenta que cubrir la demanda de electricidad de Alemania con biocombustibles exigiría dedicar toda la superficie del país a cultivos energéticos. En comparación, las células fotovoltaicas son entre 50 y 100 veces más eficientes en lo que respecta a convertir la energía solar en eléctrica, y necesitan de mucho menos suelo. Los cultivos energéticos son una manera muy poco eficiente de usar el suelo.
P. Ha hablado también del riesgo de deforestación asociado al uso de biocombustibles.
R. Sí, los biocombustibles están fomentando la pérdida de selva tropical en Indonesia, Malaisia, algunas zonas de África y en Brasil. En Brasil es la soja: cada vez se cultiva más y más soja en la selva. Y quemar selva para producir soja libera una cantidad enorme de dióxido de carbono a la atmósfera.
P. En su conferencia ha dicho incluso que es más eficiente, y ahorra más emisiones, usar directamente los cultivos para calentarse.
R. Sí, puestos a cultivar, el mayor ahorro lo obtendríamos usando la madera para calefacción, en vez de petróleo o gas natural. El petróleo se dejaría sólo para los coches. De esa manera triplicas o cuadruplicas la eficiencia, no pagas el impuesto de convertir la biomasa en biocombustible.
P. Pero también ha dicho que producir biocombustibles es más barato energéticamente en algunos países que en otros. ¿Son los biocombustibles rentables al menos en algunos países?
R. Si el biocombustible se produce a partir de la caña de azúcar en los países en que este cultivo crece como si fuera hierba, sin fertilizante, como Brasil, sí puede ser un proceso rentable. En Brasil se exprime la caña y los restos de la planta se usan para destilar el alcohol. Pero en Europa, con trigo o remolacha, no es rentable. Aquí no se da la caña de azúcar.
P. Y ¿si se usan métodos biotecnológicos, enzimas, que digieran toda la planta -incluida la lignina- para aumentar la eficiencia de la producción de biocombustible?
R. No se gana mucho. La eficiencia de la conversión de biomasa en biocombustible oscila entre el 0,15% y el 0,3%. Y las células fotovoltaicas tienen ya una eficiencia de entre el 15% y el 20%. Y también son interesantes las otras formas de aprovechar la energía solar, como la energía solar térmica.
P. Así que en su opinión hay que fomentar la energía solar
R. La mejor manera de resolver nuestro problema es con energía solar, lo malo es que las células fotovoltaicas son aún muy caras. Podríamos tener una granja solar en el Sáhara, por ejemplo, y convertir la energía que se obtuviera en alguna otra forma de energía que se pueda transportar, como el hidrógeno. Eso, hasta que se desarrollen cables superconductores a temperatura ambiente.
P. Si está tan claro que los biocombustibles no son una opción, ¿por qué todo el mundo apuesta por ellos?
R. Es que son una idea muy atractiva, el término bio vende mucho... Pero no soy el único que critica los biocombustibles. Basta hacer los cálculos.


De cómo el Tercer Mundo no controla lo que produce
Corporaciones, especuladores y agrocombustibles
APM

Un periódico colombiano y otro argentino revelan como las transnacionales y los fondos de inversión manipulan en su favor los precios y los mercados de las materias primas.
La disparada del precio de los granos se explica por mayores precios del transporte y especulación. La mayor demanda de carga marítima de China y otros países emergentes ha significado la escasez de naves, aseguró este miércoles Juan Carlos Domínguez, de la redacción Economía y Negocios del diario colombiano El Tiempo, según se desprende de su edición electrónica.China está importando minerales (carbón, acero y hierro), demandando así más espacio en los buques y, por ende, disparando los precios de transporte marítimo, dice Carlos Leaño Concha, gerente de Bunge Colombia, una de las cuatro grandes compañías que controlan el comercio mundial de granos.Colombia importó en el 2006 un total de 6 millones de toneladas de granos, de las cuales 3,21 millones de toneladas fueron de maíz amarillo; 93.000, de maíz blanco; 1,36 millones, de trigo; 370.000, de soya; 705.000, de torta de soya, y 222.000 toneladas, de cebada, destacó El Tiempo.Al corte de agosto de este año la cifra de importaciones de cereales importados que efectivamente han entrado a los puertos colombianos es de 3,97 millones de toneladas.Dentro de las economías emergentes que también tienen una creciente demanda de carga están India y Corea del Sur, destinos que se convirtieron en negocios atractivos para las compañías navieras, desviando así los flujos de transporte marítimo hacia esos destinos y, de paso, descuidando el transporte de granos.Si bien en Colombia –continúa el artículo reproducido en esta entrega de APM- el índice utilizado corresponde al país con el cual se tiene el mayor flujo comercial en la importación de granos (Estados Unidos), para el resto del mundo opera el llamado `Baltic Dry Index` (`BDI`), un indicador para el flete de granos secos en tres tipos de buques graneleros.Este índice es un promedio ponderado para cada una de las rutas que son importantes para cada tipo de buque.El BDI también ha venido en constante aumento desde el primer trimestre del 2003, cuando marcó un promedio de 1.349 puntos. Al cierre del mes de agosto de este año, el índice superó los 7.000 puntos.El BDI – explica la nota de Juan Carlos Domínguez -se construye con la información de los contratos de fletes de 24 rutas marítimas y tres tipos de buques graneleros:Capesize: son barcos destinados principalmente al transporte de minerales que no pueden transitar por el Canal de Panamá debido a su tamaño, y deben hacerlo por África del Sur u otras arterias o pasos. Algunos `capesize` se usan para el transporte de granos.Panamax: Son los barcos más grandes que pueden transitar por el diseño actual del Canal de Panamá. La eslora es de alrededor de 275 metros y el desplazamiento medio supera las 70.000 toneladas.Handy: son los menores del grupo, con desplazamientos de 25.000 a 50.000 toneladas, utilizados habitualmente para el transporte de granos y derivados.Pero ese aumento de los costos de transporte es aún mayor para toda la carga que llega a Buenaventura porque a las tarifas se le agrega una prima por las demoras en ese puerto.El costo de la importación de una tonelada de cereales, desde Nueva Orleans, en Estados Unidos, hasta Buenaventura pasó de 22,25 dólares por tonelada en enero del 2006, a 59,88 dólares, es decir, 269 por ciento, mientras que para los puertos en el Caribe, subió de 18,17 dólares a 38,25, algo más del cien por ciento.A lo anterior se suma que el diferencial, de 4,08 dólares por tonelada en 2006 pasó a 21,63 entre los dos puertos, lo que quiere decir que las empresas navieras están `castigando` a quienes quieren entrar sus cereales por Buenaventura, pues encuentran sobrecostos como los peajes del canal de Panamá, la congestión del puerto y la escasez de naves, entre otros.Otros actores que presionan el precio han sido varios fondos de especulación que han entrado al mercado de las bolsas de granos de Chicago, Kansas y Minneapolis, aseguró El Tiempo."Esa gente negocia en `commodities` (maíz, soya y trigo, entre otros) y le ponen un piso falso al precio mundial de los granos; así compran y venden contratos de futuros, especulando con el precio, en espera de lograr utilidades, pero solo en papeles."Este es un mercado líquido y atractivo, con grandes capitales en espera de muchas ganancias", concluyó Leaño.También vale la pena destacar que otra parte de la cuota en el aumento del precio lo ponen las cuatro grandes compañías que viven del negocio (Cargill, Bunge, ADM y CHS), que además de contar con toda la logística de transporte multimodal, desde las áreas de cultivo hasta los puertos de destino, incluso, cuentan con áreas sembradas., concluyó el artículo del medio colombiano.En tanto, desde Buenos Aires, un diario que suele expresar los intereses empresarios –Infobae- afirmo este miércoles en su página electrónica que “con ‘commodities’ que aumentan sus precios internacionales, cosechas récord y un promisorio negocio en el mercado de los biocombustibles, los valores y arrendamientos de los campos vienen aumentando sin freno desde la devaluación y no parece que vayan a cambiar su tendencia, al menos en el corto plazo”.Los precios de propiedad de los campos tuvieron tasas de crecimiento de hasta tres dígitos. Por ejemplo, la zona núcleo maicera (noreste de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba y parte de La Pampa), que es la de mayor producción agrícola, creció 260 por ciento desde 2002: en ese entonces, la hectárea valía 2.500 dólares y hoy está en 9.000, sostuvo Infobae.Lo que ocurrió es que el alto valor internacional de los cereales y oleaginosas revalorizaron los campos y atrajeron la atención de los inversores, sumado a las actuales cosechas récord (pese a las retenciones y reglamentaciones que traban el mercado) y el negocio a mediano plazo que prometen los biocombustibles, destacó el periódico argentino.Y a tanto llegó esta escalada que, desde 2005, la valorización de la hectárea fue superior a la del m2 de las propiedades urbanas, en porcentajes de 43 por ciento contra 30 por ciento.Según varios analistas, esta fuerte demanda fue impulsada por grandes grupos económicos y fondos de inversión estadounidenses, europeos y argentinos, que buscaban campos subexplotados para ponerlos a producir granos y ganado. Un ejemplo es Adecoagro, que recientemente adquirió 18.000 hectáreas en Bandera, Santiago del Estero, resaltó Infobae.Y se estima que la demanda de estos grupos seguirá creciendo, como dijeron desde el fondo Cresud a un matutino: "Prevemos que nuevas compañías, entre ellas algunas internacionales, se conviertan en participantes activos de la adquisición y alquiler de tierra sembrada, lo que incorporará competidores en los próximos años".Los motivos que impulsan a unos a entrar al rentable negocio, son similares a los que quieren quedarse en él, señaló Infobae: "Los precios crecen porque los propietarios retienen los campos en espera de mayor demanda, sumado a que es una inversión rentable de bajo riesgo cuyo capital, la tierra, se valoriza cada año", afirmó el ingeniero agrónomo Raúl Talento, de la inmobiliaria local.

lunes, 10 de septiembre de 2007


Entrevista a Samir Amin,
presidente del Foro Mundial de las Alternativas

"El desafío es pasar de la resistencia a la ofensiva"

Fernán Chalmeta
Diagonal
Fuente: Rebelión

Samir Amin, economista egipcio e intelectual que preside el Foro
Mundial de las Alternativas, red internacional de centros de
investigación y de intelectuales militantes creada en 1997, analiza la
situación de los movimientos de lucha anticapitalista y las
perspectivas de futuro. DIAGONAL lo entrevistó en el Foro sobre
Globalización y Desarrollo Desigual, en Madrid.

DIAGONAL: Antes de Rostock, los movimientos contra la globalización
neoliberal parecían acabados. En Rostock, 100.000 personas salieron a la calle contra el G-8.¿Cómo ves la salud del movimiento a nivel
político y social? ¿Con qué desafíos se enfrenta?
SAMIR AMIN: El liberalismo, la ofensiva del capital y del
imperialismo, se cristalizó a lo largo de los '80, pero se desarrolló
en los '90, y hay que resaltar que las reacciones de resistencia se
desarrollaron muy deprisa. Desde mediados de los '90 los movimientos
de resistencia a esta ofensiva se expandieron por todo el mundo y
tomaron la forma del Foro Social Mundial (FSM), a partir de 2001 en
Porto Alegre. Pero debemos tener en cuenta que los FSM, como los foros
sociales regionales y muchos de los nacionales, son lugares de
encuentro, nada más que eso, y a veces, como con motivo de los G-8,
manifestaciones colectivas, que son política, moral y psicológicamente
muy útiles, pero que no son lugares donde se profundiza en el debate
ni se desarrollan estrategias de lucha.
Los foros sociales son por definición abiertos: no hay censura ni
prohibiciones, pero a la vez es muy costoso desplazarse por el mundo
para encontrar a otros colegas y camaradas para manifestarse. Por ello
existe cierto desequilibrio en las representaciones en el seno de los
foros sociales. Muchas de las organizaciones mejor dotadas
económicamente no son las más interesantes desde el punto de vista de
las luchas que llevan a cabo, como muchas ONG que son, en el peor de
los casos, parasitarias de los movimientos de lucha sin aportarles
gran cosa y que están sobrerrepresentadas. Por el contrario, las
grandes organizaciones 'tradicionales' que desarrollan luchas, las
organizaciones sindicales, obreras, campesinas, por un lado no siempre
tienen los medios financieros para tener una gran representación, y
por otro no necesariamente dan prioridad a la participación en este
tipo de manifestaciones, y debemos tener esto en cuenta.
D.: ¿Qué otras alternativas hay?
S.A.: En el seno de y en paralelo a los FSM hay otras redes que
intentan poner en contacto los movimientos de lucha. El Foro Mundial
de las Alternativas (FMA), que tengo el honor de presidir y que fue
creado en 1997, pone el acento en la elaboración de la "convergencia
en la diversidad", es decir, en la discusión de objetivos y en la
cristalización de estrategias políticas comunes.
Por ejemplo, ¿cómo reconstituir el frente unido del trabajo en unas
condiciones estructurales muy diferentes de las condiciones
estructurales de la organización del trabajo hace 50 años? La forma de
organización del trabajo principalmente obrero en la gran empresa y
ahora, bajo el efecto del liberalismo y de la revolución tecnológica,
la precarización, las deslocalizaciones, la diseminación del proceso
productivo, han creado condiciones y estructuras de organización de
las clases obreras muy diferentes. Hay que encontrar las formas de
organización apropiadas. No soy de los que dicen que los sindicatos
nunca sirvieron para nada. El salto adelante del Estado de bienestar
nunca se habría producido sin los partidos comunistas, sin los
partidos socialistas, sin los sindicatos que durante un tiempo dieron
a las clases obreras una legitimidad política que nunca antes habían
tenido en la historia del capitalismo y que están perdiendo hoy. Pero
las formas de organización y de acción correspondían a otro momento.
También diría que hay un progreso en la conciencia democrática en el
sentido de que frente a las formas de organización relativamente
verticales, que correspondían a otra época de la formación de la
expansión capitalista y de la estructuración de las clases obreras y
que podían ser eficaces en su época, hay hoy -debido al aumento del
nivel de educación- mayores exigencias democráticas. Creo que son
positivas, pero también provocan ilusiones, como que el movimiento
espontáneo podría crear alternativas por sí solo. Yo creo que la
dialéctica, teoría y praxis, no puede ser eliminada de las exigencias
de la convergencia en la diversidad, y esta convergencia implica un
reconocimiento democrático real de la diversidad de intereses
sociales, nacionales, etc., y de la diversidad de culturas políticas.
El respeto de esa diversidad no excluye la necesidad de construir la
convergencia, y el FMA fue creado para ello. Cito los grandes asuntos:
reconstruir la unidad de la clase obrera, construir la alianza obrera
y campesina. Para el 80% de la humanidad, para los pueblos del Sur, la
población rural representa aún la mitad o más de la población total.
Por ello, si no se responde a las necesidades de supervivencia y de
desarrollo de esa masa campesina con políticas de desarrollo que
garanticen el acceso al suelo y el uso eficaz del suelo, del agua,
etc., las clases populares urbanas se quedarán relativamente
fragmentadas, aisladas y, en consecuencia, débiles frente a sus
enemigos del capitalismo mundializado y de sus agentes locales. Es un
problema que se plantea tanto a nivel nacional en los países del Sur
como a nivel mundial: pienso en las tentativas, a través del
agronegocio, de desposeer al campesinado del dominio de su producción,
que es el producto de siglos de acumulación de conocimientos
científicos y tecnológicos, en provecho de multinacionales como
Monsanto.
Otro asunto es el de la democracia, y para mí la democratización de
las sociedades debe estar asociada al progreso social y no disociada
como propone la fórmula occidental que nos quieren vender. Asociar
democratización al progreso social en todas sus dimensiones, y no sólo
a la gestión de la política por el supuesto pluripartidismo y las
elecciones, es fundamental. Y en este ámbito también hay mucho que
hacer: derrotar el proyecto de EE UU y de sus aliados subalternos
europeos a través de la OTAN de control militar del planeta, un
control que muestra que el capitalismo no puede dominar el planeta sin
el uso de medidas de represión violenta incluida la agresión militar.
D.: ¿Tienen los movimientos la capacidad de intervención a nivel
mundial?
S.A.: Todos esos movimientos llevan a cabo luchas legítimas, pero que
la mayoría de las veces están delimitadas en el espacio y limitadas a
un ámbito. Es necesario que tomen conciencia de que deben entrar en
contacto unas con otras e integrarse en un proyecto o en proyectos
alternativos coherentes. Esto implica una visión política y superar el
ámbito particular donde se llevan a cabo las luchas por una
alternativa positiva.
Y es principalmente a nivel nacional- porque los cambios y
cristalizaciones políticas y la definición de las culturas políticas
particulares se producen a este nivel-, que esta conjunción puede
producirse, pero es también necesaria a nivel mundial: puesto que el
capital está mundializado, para hacerle frente necesitamos un
internacionalismo de los pueblos. Es por ello por lo que me pronuncio
por una quinta internacional. En la etapa actual, las luchas son
mundiales en el sentido de que se desarrollan en espacios que cubren
todo el mundo, pero no están aún mundializadas porque les faltan dos
cosas: una es la voluntad de construir una convergencia en la
diversidad a escala mundial, lo que implica una visión
internacionalista y, en mi opinión, una perspectiva socialista. Pero
también implica el paso de un movimiento defensivo a la ofensiva; los
movimientos son esencialmente de resistencia: al neoliberalismo, a las
deslocalizaciones, al desmantelamiento de las conquistas sociales y
los derechos laborales, a la agresión policial y militar... El desafío
es pasar de la resistencia a la ofensiva, es decir, lograr, a través
de las luchas, la cristalización de una alternativa positiva.
D.: ¿Cómo se ha avanzado en este campo?
S.A.: Creo que el paso de la defensiva a la ofensiva se ha iniciado.
En América Latina, la victoria de Lula, independientemente de lo que
pensemos sobre la evolución posterior de Brasil, ha producido una
ruptura: la irrupción en la vida política del pueblo brasileño, de la
clase obrera, de un partido como el PT, de sindicatos... y aún no se
ha pasado página. Y tenemos otras "avanzadas revolucionarias".
Venezuela lo es, y lo vemos no sólo a través del inicio de las
transformaciones sociales internas, sino también a través de
propuestas como el ALBA. Avanzada revolucionaria también en Bolivia:
el hecho de que por primera vez en su historia un indio, es decir, un
representante real de la mayoría de la población campesina de ese
país, sea elegido presidente no es cualquier cosa. Incluso la
reelección de Ortega en Nicaragua, aunque sea en condiciones muy
diferentes a las de la primera victoria de los sandinistas, no es
cualquier cosa. Al igual que la victoria electoral de Correa y la
cristalización de una izquierda alternativa radical en países como
México o Perú.
Creo que en América Latina esta avanzada revolucionaria se explica por
el hecho de que los movimientos sociales, que también han empezado
como movimientos de resistencia, se han politizado y han cristalizado
en alternativas políticas que cuestionan el poder establecido. No
defiendo el discurso de que el poder establecido no tiene importancia,
de que la transformación se hace en la sociedad, despreciando el
poder. Ni siquiera compartí la opinión del subcomandante Marcos de que
la cuestión no es del poder; de hecho, el movimiento neozapatista ha
vuelto a echar agua en su vino, y la articulación con otros
movimientos de transformación política de México empieza a ser una
realidad. No soy de los que, beatamente optimistas, piensan que se ha
pasado página definitivamente, pero soy optimista en el sentido de que
estas primeras avanzadas revolucionarias pueden preparar el terreno
para otras que vendrán después.
África: el continente vulnerable
SAMIR AMIN: Buena parte de África, en la etapa actual del sistema
capitalista mundial, es especialmente vulnerable. Es por ello que las
políticas de ajuste estructural que han creado problemas de deterioro
grave por todo el mundo son todavía más devastadoras cuando la
sociedad es relativamente vulnerable y frágil como lo es a menudo en
África. Esto no impide que haya reacciones a esta situación, entre
otras, el renacimiento de los movimientos campesinos, movimientos que
estuvieron en el origen de la independencia de África. Y este
renacimiento de los movimientos campesinos se produce bajo nuevas
condiciones, es decir, en contra no ya de los poderes coloniales
extranjeros sino de sus poderes locales y nacionales.
Convergencia en la diversidad
SAMIR AMIN: Creo que con el hundimiento de Europa en el proyecto
antidemocrático de la construcción europea, cimentada en el
neoliberalismo económico y social y en el atlantismo político y
mientras los pueblos europeos no deconstruyan ese proyecto no habrá
gran cosa que esperar más que lo que vemos hoy: la construcción de un
pseudoconsenso en el que los partidos políticos de la derecha y de la
izquierda electoral no son muy diferentes en lo que hacen cuando están
en el Gobierno, es decir, aliarse sobre las exigencias del
liberalismo. Mientras no se deconstruya ese proyecto el pueblo europeo
vivirá con la ilusión de otra Europa que le gustaría que sea social,
pero que no lo será nunca. También en otros lugares del mundo hay
reacciones negativas. Vengo de una región, la árabe, africana,
ampliamente musulmana, en la que la deriva hacia la ilusión de una
alternativa para-religiosa y para-étnica son también involuciones. No
soy pesimista con respecto a los movimientos de lucha en el mundo: no
están en declive, sino que siguen creciendo, pero siguen enfrentados a
desafíos y las respuestas están lejos de cristalizar: la respuesta
para la construcción del socialismo del siglo XXI exige el respeto de
la convergencia en la diversidad.

martes, 4 de septiembre de 2007


CAN, MERCOSUR y lo nuevo
Por: José Manuel Soto
Fuente: Aporrea
Más allá de algunos resultados positivos que puedan arrojar o mostrar los intentos integracionistas en Suramérica a lo largo del siglo XX, como la CAN y MERCOSUR, entre otros, el énfasis puesto por estos modelos en lo mercantil, no ha sido ni la mejor estrategia ni la acertada decisión, a la luz de los resultados obtenidos, si el objetivo era y es, como enuncian sus protocolos, el de construir la unión latinoamericana. Asegurarles mercados cautivos a las trasnacionales y una determinada distribución internacional de roles económicos a los países, decidida en centros foráneos de poder; ponernos trabas y barreras comerciales entre nosotros para seguir dependiendo del comercio con terceros, y desconocer lo fundamental que debe tener todo proceso de integración (direccionalidad político-estratégica y pueblo), son parte de las causas por las cuales la CAN y el MERCOSUR constituyen apenas tímidos intentos de integración parcial e incipiente, frente al objetivo histórico de la construcción de la Patria Grande latinoamericano-caribeña. Tan es así que estas iniciativas, CAN, MERCOSUR, ni siquiera hoy muestran éxito en la propia vertiente mercantil para las que fueron creadas; no tienen en su haber, si a ver vamos, el cumplimiento de las mercantiles metas del arancel común, ni tampoco mercado común, ni unión económica, ni armonización de políticas macroeconómicas, ni moneda común; ni que decir en cuanto a complementariedad, solidaridad, desarrollo social y ambiental, política exterior común, temas que ni fueron considerados seriamente o fueron tangencialmente abordados cual mero “saludo a la bandera”. Hubo falta de visión y de voluntad política para hacer historia. Para colmo, el Consenso de Washington vino a complicarle las cosas al modelo y alejó aun más los procesos de integración, de la gente. Solo se aseguraban los libres movimientos de capitales y de mercancías, pero de los derechos sociales, culturales, ambientales y humanos de nueva generación, ni pendientes, agrandando asimetrías e inequidades internas y regionales. Por eso, hasta resulta generoso hablar hoy de una Nueva CAN o de un nuevo MERCOSUR pues el reformateo tendría que ser profundo, tan profundo que hasta el nombre debería ajustarse a las nuevas realidades que vive hoy la América Latina en ebullición. Por ejemplo, la denominada Comunidad Andina de Naciones, en verdad, no es tal pues, para empezar, no somos varias naciones, somos varias repúblicas y una sola nación, un mismo pueblo, con sus matices, pero en esencia el mismo. El MERCOSUR, por su parte, utiliza en su denominación y como sello distintivo, la palabra MERCO, o sea, mercado común, para mercaderes y ese nunca será el escenario propicio para una auténtica integración, solo es y será un escenario para los negocios. El ALBA en cambio, supera con creces esta visión reducida y mercantil de búsqueda de la integración. Trasciende lo meramente mercantil, sin desconocerlo como instrumento necesario de desarrollo productivo y diversificado y para el estrechamiento de vínculos y complementariedad, pero abarca y rescata la esencia fundamental que deben iluminar las nuevas iniciativas unionistas en Nuestra América. Así que, bienvenida la nueva CAN en trasformación, o sea, que nazca el ALBACAN; y bienvenido también -ojalá- el nuevo MERCOSUR, que surja el ALBASUR. Ojala la CAN, se trascienda a sí misma en su formato mercantilista y se transforme en un instrumento profundo de integración real: una CAN, que sea ALBACAN y que el MERCOSUR se deslastre del puro mercado y se convierta en ALBASUR, como expresiones nuevas, genuinas, distintas, de integración profunda, verdadera. Con complementariedad, solidaridad, privilegiando en todo caso los negocios de las cooperativas, las pymes, las nuevas formas de emprendimientos colectivos y que estos nuevos procesos converjan para apuntalar la UNASUR, para que algún día la historia registre el nacimiento de la Gran Patria Latinoamericana; o ello ocurre en este siglo o no nacerá nunca.